En la familia espiritual de los Franciscanos de María hay un núcleo de sacerdotes que, viviendo esta espiritualidad, ejercen su misión pastoral desde la perspectiva de amar y hacer amar al Amor, dedicando una parte de su tiempo y de su esfuerzo a la animación de los laicos que viven esta misma espiritualidad del agradecimiento. Ejercen la labor del corazón, impulsando continuamente esta espiritualidad al resto del cuerpo, a los laicos que componen esta familia espiritual.
Estos sacerdotes son, en este momento y desde el punto de vista jurídico, diocesanos, incardinados en sus respectivas Diócesis y dedicados preferentemente al trabajo parroquial. Tienen dos ramas: los no consagrados, que viven y trabajan donde su Obispo les destina y que participan en la espiritualidad del agradecimiento pero sin vivir en comunidad, y, por otro lado, los consagrados, que viven en comunidad con permiso de su Obispo, y que han emitido los tres votos (pobreza, castidad y obediencia); estos sacerdotes de vida común adquieren un compromiso misionero para estar disponibles a ir a evangelizar a cualquier parte del mundo, siempre con el permiso de su Obispo.
Los Estatutos de los sacerdotes Franciscanos de María, como Asociación Pública de Fieles de Derecho Diocesano, fueron aprobados por la Archidiócesis de Madrid el 27 de junio de 2007. Están presidido por el fundador de la Asociación, P. Santiago Martín, y están presentes en 11 naciones.
En España existe una casa de formación para los futuros religiosos y sacerdotes de vida común. Para entrar en ella se exigen algunos requisitos, uno de los cuales es la participación previa durante un tiempo suficiente en alguna escuela de agradecimiento, a fin de conocer y vivir profundamente la espiritualidad de la que luego se convertirán en animadores. En este momento, en dicha casa de formación hay 15 seminaristas de distintos países.
Los interesados en cualquiera de las dos ramas de esta fraternidad sacerdotal pueden ponerse con contacto con santiago@frmaria.org